5.10.2022
La adopción de las stablecoins es cada vez mayor. Mucha gente que ingresa al mercado cripto las utiliza principalmente para resguardarse de la volatilidad a la que están expuestas la mayoría de criptomonedas.
Sin embargo, ese no es su único objetivo. A medida que crece el ecosistema, los casos de uso aumentan y cada vez se irá acercando más a lo que es un sistema económico tradicional, con todas las ventajas y desventajas que ya conocemos.
En este artículo, vamos a indagar sobre los distintos tipos de uso que se fueron desarrollando en relación a este activo y que, hoy por hoy, tenemos al alcance.
En la mayoría de países dentro de Latinoamérica, la gente sufre una constante devaluación de su moneda.
Esto, sumado a un aumento generalizado de los precios de bienes y servicios, genera que los ciudadanos busquen respaldarse en monedas más fuertes, como el dólar o el euro.
El ahorro en este tipo de monedas puede ser una excelente manera de resguardarse ante la inflación, pero también es limitada por algunos gobiernos, como el argentino y el venezolano, lo que se conoce como cepo.
Gracias a las stablecoins, las personas usuarias pueden acceder a monedas extranjeras de manera mucho más segura y sencilla. Esto le permite a los ciudadanos tener la libertad de elegir en qué unidad monetaria ahorrar.
Las monedas estables son muy utilizadas en servicios de ahorro y staking, ya sea en protocolos descentralizados, como Aave, curve finance, beefy finance, etc.
También pueden comprarse a través de exchanges como LB Finanzas. Estos facilitan su compra sin la necesidad de crear diferentes wallets y ofrecen rendimientos que, en su mayoría, se encuentran por encima de los que ofrece una entidad o institución tradicional.
Uno de los casos de uso más conocido está relacionado con los pagos, que pueden realizarse de una forma más rápida y sencilla en comparación a los sistemas tradicionales.
Esto ocurre gracias a la utilización de blockchain, ya que permite procesar y realizar transferencias dejando un registro de dichas transacciones que nadie puede alterar. Por este motivo, el sistema se muestra más transparente y confiable para las personas usuarias.
Cabe aclarar que si un comerciante realiza una venta de un bien o servicio en otra criptomoneda, como bitcoin o ether, puede intercambiarla directamente por una stablecoin para resguardarse de la volatilidad y mantener el precio al que vendió dicho producto.
Las stablecoins también son utilizadas para realizar intercambios con activos digitales y tokenizados.
La mayor parte de la liquidez de todas las monedas estables se encuentra en exchanges, con el fin de ser “tradeadas” con criptomonedas, acciones tokenizadas y otros activos como el oro, la plata, etc.
Si vemos el sistema financiero actual, encontramos una desventaja bastante marcada: la necesidad de incluir terceros en transacciones entre pares.
Las stablecoins, gracias a la tecnología blockchain, garantizan el éxito de la transacción a través de los smart contracts, lo cual hace que todas las transacciones sean más rápidas, económicas y sencillas.
Además, esto permite que la gran mayoría de las personas tengan acceso a servicios financieros de calidad sin la necesidad de estar bancarizadas, algo que antes de esta tecnología se consideraba imposible.
Como conclusión, los usos que les podemos dar a las stablecoins son muy variados y dependen de nuestras actividades laborales, profesionales y financieras.
Son una herramienta, que nos brindan libertad y seguridad, por eso debemos saber utilizarlas: conocer sus riesgos, sus ventajas y desventajas, para luego elegir cómo las vamos a emplear, y así sacarles el máximo provecho posible.